sábado, 5 de julio de 2014

Días previos

Un buen día de colegio en abril, estando en clase de Química, nuestra profesora nos habló de una actividad de la que habían informado, y que nos quería proponer. Ella nos lo dijo con toda su buena intención para promover nuestra curiosidad científica, pero no sabe todo lo que consiguió al proporcionarnos esta enorme oportunidad. Se trataba de los Campus Científicos de Verano 2014. 

Nos dijo que era una actividad organizada por el Ministerio de Cultura, Educación y Deportes, la FECYT, la Caixa y diferentes universidades de España, en la cual unos pocos eran seleccionados para poder asistir a unos talleres de una semana en julio, y allí poder mejorar sus conocimientos a un alto nivel y además promover la vocación científica. Ciertamente nos habló muy bien del campus y nos animó a probar suerte con la solicitud, ya que además era muy económico.

Muchos compañeros míos y yo rellenamos el formulario de inscripción, y esperamos a los resultados, que serían anunciados ya en mayo. Yo la verdad es que me apunté pensando en que sería una buena experiencia preuniversitaria y porque este año entre varios viajes que he tenido que afrontar económicamente, como el de fin de curso, no podía permitirme gastar mucho dinero en un campus de baloncesto más caro como suele gustarme hacer en esas fechas. Sinceramente, fue la mejor decisión que podía haber tomado. 

Estaba en Manchester cuando en mayo un amigo me avisó de que había sido seleccionado junto a él para poder asistir al Campus Científico, y ya comenzamos con todos los trámites previos al campus. Estábamos seleccionados de mi colegio solo él y yo, y otra compañera estaba en lista de espera, así que nos sentimos afortunados por haber conseguido entrar en la pequeña lista.

Progresivamente enviábamos todo el papeleo, y me enteré de que había sido seleccionado en la primera opción que puse para el campus, que era el taller "Descubre la física y las matemáticas. Aplicaciones en tecnología y nuevos materiales", en la Universidad de Murcia. Y cuando ya quedaba muy poco para el campus, me avisó mi compañera para decirme que había conseguido entrar al final y que además se venía al mismo lugar que yo :D . Mi amigo se tuvo que conformar con su quinta opción, que fue el campus en Barcelona, pero estoy convencido de que también lo aprovechó al máximo y se lo pasó genial.

Y nada, tras concretar el transporte, ya solo nos quedaba comprobar cómo iba a ser dicha experiencia, que prometía interesante, pero que la gran mayoría pensábamos iba a ser una semana de trabajo extra del colegio, junto a los típicos "frikis empollones asociables", donde se aprendería y poco más. 

Nunca habríamos imaginado lo lejos; a años luz; que estábamos de lo que de verdad ocurrió. Se convirtió en una de las mejores experiencias de nuestra vida, al menos por mi parte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario